Las pocas dudas que debían quedarle a Richard Barral y Fernando Vázquez sobre la necesidad de fichar un central para cubrir la baja de Somma quedaron despejadas en Almería. No queda ni rastro de la solidez sobre la que el Depor cimentó su resurrección y, aunque el equipo por momentos volvió a mostrar buenas maneras a la hora de construir, la falta de contundencia en las áreas, sobre todo en la propia, lastraron a los blanquiazules, recordando preocupantemente a lo que sucedía en la primera vuelta domingo tras domingo.

Hace una semana que el club tiene el OK de LaLiga para fichar y esta debacle defensiva no hará más que acelerar para cerrar un refuerzo que ahora mismo tiene nombre y apellidos. El elegido es Abdoulaye Ba, central del Rayo que esta temporada sólo ha disputado 64 minutos en Copa del Rey. El jugador senegalés ya quiso salir en enero, pero no encontró la fórmula y ve con buenos ojos cambiar de aires.

Hay contactos con el club madrileño desde hace tiempo y se habían producido avances, pero precisamente las dudas por su inactividad y el tiempo que iba a necesitar para coger ritmo también estaban en el otro lado de la balanza. Todo hace indicar que las extremas urgencias en el eje de la zaga pesarán más y en los próximos días el club ejercerá su derecho de ir al mercado.

La derrota en Almería supuso para el Deportivo volver a puestos de descenso, zona en la que no estaba desde la jornada 25, a finales de enero. El equipo coruñés está empatado a 35 puntos con el Albacete, con el que tiene igualado el golaverage particular, pero de momento pierde el general, y con el Oviedo, al que visitará en dos semanas. Estos son los dos primeros equipos que a día de hoy salvarían la categoría, pero la buena noticia para los de Fernando Vázquez es que el acelerón que los rivales de la parte baja han dado en las últimas semanas también ha provocado que muchos conjuntos que se veían salvados estén ahora en plena lucha por la permanencia. Así, entre el Depor, 19º, y el Las Palmas, 14º, sólo hay tres puntos de distancia. Las alarmas no deben saltar en un equipo que estuvo en una situación mucho peor y a falta de 11 jornadas para mantiene todas sus opciones intactas.