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La ventana de Ale Díez

Cuando en el minuto 32 ante el Eibar, Álvaro Lemos corría tras una pelota a su espalda, una serie de catastróficas desdichas se encadenarían para el técnico Pepe Mel. La primera, un susto que indicaba que los eibarreses se estaban encontrando mejor en esa fase del encuentro. La segunda, el lateral gallego se llevaría la mano al interior de su muslo pidiendo el cambio. La tercera, cuando al decidir mover a Curbelo del centro de la zaga a la raya de cal y dar entrada a Ferigra, en el tiempo de reajuste táctico los guipuzcoanos supieron leer la debilidad y aprovecharon tres minutos después. La cuarta desdicha, Eric se lesionaría también y no podría entrar en la segunda. Pero faltaría otra.

Una primera vuelta marcada por las lesiones no podría acabar sin lesiones y al terminar el encuentro el propio Pepe Mel le pedía a Papa Noel: «Empezar a recuperar a la gente que tenemos fuera y trabajar bien durante toda esa semana”. Pero el día de antes de Nochebuena recibiría la noticia de la quinta desdicha. Lemos, el lateral derecho por el que más se ha decantado el técnico madrileño, el mismo que se llevaría la mano al muslo cuando corría tras una pelota a su espalda, estaría de baja seis semanas.

Así pues y con este panorama, sale a la palestra el nombre de Ale Díez. A quien salvo ante el Eibar, ha sido normalmente la primera opción para sustituir a Lemos para Mel, cuando el técnico quiere mantener cuatro jugadores en defensa. Lo fue ante el Fuenlabrada, ante el Alcorcón, ante el Cartagena y ante el Mirandés. Además fue el titular en ausencia de Lemos.

Acudiendo a los datos recabados, y aún manteniendo números similares hay pequeños matices de área de participación de uno y otro. Cogiendo el carril derecho del campo, sin duda la zona de trabajo de un lateral derecho, podemos ver que la actividad de ambos cambia ligeramente. Mientras Lemos en el tercio defensivo concentra un 24% de sus acciones, Díez por su parte baja a un 20%. Esto tiene un reflejo contrario en el ataque, mientras la actividad del gallego es de un 20% en el último tercio, Díez sube hasta el 25%.

Tenemos por tanto un pequeño cambio entre ambos, que puede ser debido a los encargos de Mel, a las dinámicas propias de los encuentros o a la naturaleza de ambos jugadores. O un potaje de todo eso. Lo que se ve con ello, es que Lemos suele mantener y participar de manera más activa en defensa, mientras que Díez tiene activarse más en zonas ofensivas del ataque amarillo.

Ajustados a 90 minutos sus estadísticas de toda la temporada, vemos paralelismos entre ellos. Por ejemplo, ambos promedian 18 pases en campo propio por partido, Lemos 26 en campo contrario y Díez, 28. Tocan 1,15 y 1,38 pelotas por partido en el área rival, respectivamente, y ambos promedia 20 pérdidas de posesión por encuentro.

En cuanto a dos métricas específicas de defensa, Lemos recupera seis balones cada partido, frente a los cuatro de Díez y cometen 1,5 y 2,4 faltas de media por partido cada uno. En ataque el extremeño supera por tres pases por partido al gallego, 35 y 32 y en ocasiones creadas Díez supera de nuevo a Lemos, 2,75 frente a 1,15. Más del doble.

Así pues, con la lesión de Lemos se le abre una ventana a Ale Díez para darle continuidad a su juego. Un jugador que ha participado en siete encuentros de los 21 disputados y en los que ha salido en el once titular en dos ocasiones, el empate ante el Oviedo y la derrota ante el Zaragoza.

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